Los tumores del adulto se clasifican en dos grandes familias: los hematológicos por un lado y los sólidos por el otro. Considerando esto, hay diversos tipos de tratamientos. En esta nota, especialistas del Instituto Oncológico Henry Moore (IOHM) brindan información detallada sobre este tipo de tumores y los posibles abordajes.
“Los pacientes oncológicos se agrupan en torno a tres grandes especialidades”, explica el Dr. Eduardo Morgenfeld (MN.51531), director Asistencial del Instituto Henry Moore: “la oncopediatría (que se ocupa del diagnóstico y tratamiento de los tumores que aparecen en los menores de 18 años), fue la primera especialidad oncológica que nació de la mano del Dr. Sidney Farber en los Estados Unidos en la década del cincuenta y en nuestro país ha tenido un gran desarrollo”. En el instituto se atienden los tumores del adulto, que se agrupan en dos familias, aquellos originados en la médula ósea o los ganglios linfáticos (leucemias, linfomas, mielomas y mielodisplasias), que son resorte de los hemato-oncólogos, y los tumores originados en el resto de los órganos y tejidos del organismo, llamados tumores sólidos, que son resorte de los oncólogos clínicos, en conjunto con otras especialidades: cirujanos, radioterapeutas, mastólogos, urólogos, gastroenterólogos, y otras especialidades médicas.
Los tumores sólidos más frecuentes en adultos son cáncer de mama, próstata, colo-rectal, pulmón, melanoma, ovario y riñón. Estos representan el 85% de los casos y ese orden se ha mantenido, sin cambios, en los últimos diez años en el IOHM.
La cantidad de nuevos cánceres por año en el país es de aproximadamente 130.000 (212 casos por cada 100.000 habitantes); de ellos, 25.000 se ven en el Instituto Oncológico Henry Moore.
“El tratamiento de cada uno de ellos depende de muchos factores”, explica el Dr. Ernesto Gil Deza (MN 69862), director de Investigación y Docencia.
A modo de síntesis el siguiente cuadro muestra las diferentes herramientas con las que cuentan los oncólogos:
Hay pacientes que fueron diagnosticados con tumores cuya historia natural es tan benévola que sólo hay que observar. Otros fueron operados de tumores que se resecaron completamente y sólo necesitan control; mientras que algunos requieren ser tratados con radioterapia o con tratamientos denominados sistémicos como los hormonales, la quimioterapia, la inmunoterapia. Estas últimas herramientas están protocolizadas en cuanto a dosis, vías e intervalos de administración.
“Es deber del médico seleccionar aquellos casos donde el tratamiento podría no ser aplicable”, advierte Gil Deza y explica que “en nuestro país disponemos de las armas terapéuticas necesarias para tratar todos los tumores sólidos, pero nuestra responsabilidad es saber cuándo utilizarlas y hacerlo correctamente. Tanto el subtratamiento como el sobre tratamiento son errores en los que uno no debe caer”.
Pronóstico del cáncer y estadios de la enfermedad
La enfermedad se desarrolla en tres grandes estadios: los tumores no invasores, llamados in situ, que se curan el 100 por ciento; los tumores no diseminados, calificados en estadios 1, 2 y 3, de los cuales se curan aproximadamente el 90, 60 y 40 por ciento según el estadío correspondiente. Finalmente, están los cánceres diseminados o metastásicos, de los cuales se curan el 10 por ciento en forma global, aunque hay tumores como los llamados tumores germinales o la enfermedad trofoblástica o algunos tumores hematológicos, en los cuales aún cánceres muy avanzados pueden ser altamente curables, debido a la exquisita sensibilidad a la quimioterapia, y hoy, gracias a la inmunoterapia, tumores como el melanoma diseminado y el cáncer de riñón diseminado han cambiado la historia natural, alcanzado una larga sobrevida.
En grandes números, depende del estadío de la enfermedad con que llega el paciente las chances que hay de cura o no. La pandemia impactó negativamente en los controles y en consecuencia, se están diagnosticando cánceres en estadíos más avanzados. “Controlada la pandemia del covid, tenemos que salir de la pandemia del miedo”, resalta Gil Deza..
Modelo de abordaje en el IOHM
“Los pacientes que ingresan al Instituto Oncológico Henry Moore lo hacen con un diagnóstico de cáncer, luego del resultado de una biopsia que puede ser confirmada por un segundo patólogo”, refiere el Dr. Gastón Martín Reinas (MN. 118.713), subdirector Asistencial y responsable del Hospital de Día.
Desde el primer momento los pacientes son asistidos por un equipo multidisciplinario, que incluye médicos oncólogos, psicooncólogos y enfermeros oncológicos especializados, con gran experiencia, que realizan aproximadamente 100 tratamientos de quimioterapia o inmunoterapia por día.
La lucha contra el cáncer es un trabajo incesante que empieza en la prevención (de los 130 mil nuevos cánceres por año, 70 mil son prevenibles y aproximadamente 50 mil están relacionados directamente o indirectamente con el tabaco y la obesidad); sigue con el tratamiento adecuado y personalizado de cada paciente; y en aquellos que no se pueden curar, con el alivio a través de los cuidados paliativos.
“Prevenir, tratar y paliar es nuestra tarea cotidiana en el Instituto Henry Moore”, concluye Martín Reinas.