¿Cómo alimentarse para reducir los efectos secundarios de la quimioterapia?
Una alimentación saludable es fundamental para ayudar al cuerpo a iniciar un tratamiento de quimioterapia y tolerar mejor los efectos secundarios del mismo.
Una vez iniciado el tratamiento con quimioterapia, los síntomas secundarios podrían afectar la capacidad para alimentarse normalmente. Entre los efectos secundarios, están las náuseas o vómitos, las dificultades al comer, la pérdida de apetito y el estreñimiento. Otros síntomas pueden ser la sequedad, mucositis o llagas en la boca, alteración en el sentido del gusto y diarrea.
Para reducirlos, es conveniente tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
Náuseas o vómitos. Evitar comidas picantes o muy condimentadas, grasas y frituras, alimentos muy dulces o azucarados y también aquellos con olores muy fuertes. Se sugiere no ingerir grandes porciones de comida ni beber o comer demasiado rápido
Pérdida de apetito. Comer alimentos blandos, ricos en carbohidratos y proteínas. Beber licuados de frutas y leche. Además, intentar ingerir en el desayuno un tercio de las calorías y proteínas necesarias para el día.
Estreñimiento. Aumentar la cantidad de alimentos con fibra como frutas, vegetales y cereales integrales. Beber abundante líquido.
Sequedad de la boca. Preparar un enjuague bucal con 1 cucharadita de sal o bicarbonato en un vaso con agua y usarlo 4 veces por día. Evitar productos de cuidado bucal que contengan alcohol, ya que secan la boca.
Mucositis o llagas en la boca. Seguir una dieta con alimentos blandos, procesados o líquidos para disminuir la masticación. Evitar cítricos y tomates.
Alteración en el sentido del gusto. Utilizar el mismo enjuague sugerido para la sequedad de la boca, consumir caramelos de menta o limón, utilizar cubiertos de plástico, condimentar los alimentos con hierbas y aderezos para realzar el sabor; comer frutas frescas.
Diarrea. Evitar comidas picantes o muy condimentadas; también las ricas en fibra (frutas, vegetales crudos, cereales), grasas y frituras, postres, frutas secas y semillas o frutas deshidratadas. Tampoco ingerir bebidas muy calientes o frías, ni cafeína (presente en café, gaseosas y chocolate).
Es recomendable ingerir arroz, banana, pan blanco, avena, puré de papas, pollo y beber abundante líquido.