Una recurrencia sucede porque, a pesar de hacer todo lo posible por eliminar el cáncer, algunas de sus células permanecieron. Frente a este segundo diagnóstico, hay estrategias que pueden ayudar a enfrentar las incertidumbres.
Cuando se detecta un cáncer luego de terminar un tratamiento o bien cuando pasa un período de tiempo sin novedades, se denomina recurrencia o cáncer recurrente, que puede regresar en el mismo lugar que comenzó, o podría regresar en otra parte del cuerpo.
Frente a la noticia inesperada hay una certeza: ahora hay experiencia para enfrentarlo.
Es probable que la recidiva o recurrencia pueda causar sentimientos de tristeza, ira o temor, pero el escenario esta vez será diferente. Tras haber pasado por esta situación, ya se sabe de antemano el camino que habrá que recorrer y ese aprendizaje ayudará a encontrar más fácilmente las herramientas para atravesar el tratamiento de otro modo.
Por otro lado, el avance de la ciencia y la tecnología proporcionan en forma constante nuevos medicamentos y métodos para ayudar a controlar los efectos secundarios. “En algunos casos, tratamientos mejorados han ayudado a hacer que el cáncer sea una enfermedad crónica que la gente puede controlar por muchos años”, sostienen desde el INC -Instituto Nacional del Cáncer-.
Desde la American Cancer Society advierten que “no es posible predecir la probabilidad de que un cáncer recurra”. Sí se sabe que el cáncer que regresa empieza con células cancerosas que el primer tratamiento no pudo destruir o eliminar por completo, que no significa que el tratamiento haya sido el equivocado, sino que un número pequeño de esas células sobrevivieron al tratamiento o eran demasiado pequeñas para aparecer en pruebas de seguimiento. Con el tiempo, estas células indetectables crecen hasta convertirse en tumores o en cáncer que pueden ser detectados ahora.
Tipos de recurrencia
- La recurrencia local: el cáncer vuelve a aparecer en el mismo lugar donde se originó.
- La recurrencia regional: el cáncer regresa a los ganglios linfáticos cercanos al lugar donde se originó.
- La recurrencia distante: el cáncer reaparece en otra parte del cuerpo, a cierta distancia de donde se inició.
Frente a la pregunta ¿es posible prevenir la recurrencia del cáncer? , desde la American Cancer Society sostienen que, si bien tener una buena alimentación, hacer ejercicio y acudir a las citas de seguimiento con el equipo de atención del cáncer resulta beneficioso, “estas medidas no evitan que el cáncer recurra”.
Incluso si una persona hace todo lo necesario, el cáncer podría regresar; sin embargo, la sociedad científica recomienda que los sobrevivientes de cáncer que gozan de una salud estable después del tratamiento sigan las mismas directrices de nutrición que las recomendadas para la prevención del cáncer.
“Se cree que los mismos factores que pueden aumentar el riesgo de cáncer también podrían promover la recurrencia del cáncer después del tratamiento”, señala y ejemplifica: “la investigación ha sugerido que el riesgo de recurrencia del cáncer de seno podría ser mayor en las mujeres que son obesas y no comen muchas frutas y verduras. El riesgo de recurrencia de cáncer de próstata podría ser mayor en los hombres que comen muchas grasas saturadas”.
Ya pasamos por esto
La recurrencia del cáncer puede revivir muchas de las emociones que irrumpieron en el primer diagnóstico, sin embargo, ahora hay más conocimiento y experiencia acumulada, es posible adelantarse a los efectos adversos y encontrar más fácilmente red de contención. Saber más sobre el cáncer y las opciones de tratamiento puede ayudar a reducir la ansiedad, así como retomar las relaciones construidas con los equipos de salud, estar cerca de un ambiente familiarizado y confiable, donde ya se sabe qué esperar.
En base a la primera experiencia con el cáncer, cada uno sabe sus propias estrategias para atravesar este momento. Es tiempo de retomar la confianza y recordar que se pudo hacer la primera vez.