Cuando se bebe alcohol, el cuerpo lo convierte en acetaldehído, una sustancia química que daña el ADN y no le permite al organismo reparar el daño. Estudios indican que mientras más alcohol beba una persona, sobre todo si es habitual y a lo largo del tiempo, tiene mayor riesgo de presentar un cáncer relacionado con este consumo.
El ADN es lo que los CDC (Centers of Disease Control and Prevention) denomina el “manual de instrucciones” de las células que controlan el crecimiento y su normal funcionamiento. Cuando se daña el ADN, una célula puede comenzar a crecer sin control y formar un tumor canceroso.
El responsable del riesgo de cáncer es el propio alcohol (etanol) que se encuentra en todas las bebidas alcohólicas. Por ese motivo, todos los tipos de bebidas alcohólicas, incluida la cerveza, el vino y las bebidas espirituosas (o licores), pueden causar cáncer. La Organización Panamericana de la Salud confirma que “el riesgo aparece con niveles bajos de consumo y se eleva considerablemente en paralelo con el nivel de consumo” y advierte que “el riesgo de cáncer por bebida alcohólica consumida es mayor en las mujeres que en los hombres.
Los tipos más comunes de cáncer causados por el alcohol difieren en hombres y mujeres. En el 2020 hubo 740.000 casos de cáncer debidos al alcohol y 470.000 muertes debidas al alcohol en todo el mundo.
Por eso la recomendación es: cuanto menos alcohol consuma, menor será el riesgo de cáncer.
El consumo de alcohol aumenta el riesgo de presentar varios tipos de cáncer, como boca y garganta, laringe, esófago, colon y recto, hígado y mamas en las mujeres.
Algunos estudios demuestran que tomar tres o más bebidas alcohólicas al día aumenta el riesgo de cánceres de estómago y de páncreas. También existe evidencia de que el consumo de alcohol aumenta el riesgo de cáncer de próstata. Todas las bebidas alcohólicas, como los vinos tintos y blancos, la cerveza y los licores, están asociados al cáncer.
El informe sobre carcinógenos del Programa Nacional de Toxicología del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos confirma el consumo de bebidas alcohólicas como un carcinógeno humano.
Las pruebas indican que mientras más alcohol beba una persona, sobre todo si es habitual y a lo largo del tiempo, tiene mayor riesgo de presentar un cáncer relacionado con el consumo de alcohol. Asimismo, el riesgo aumenta en aquellas personas que consumen alcohol de forma intensiva (atracones), esto es, el consumo de cuatro o más tragos de una vez para las mujeres y cinco o más tragos de una vez para los hombres.
Finalmente, las personas que consumen bebidas alcohólicas y tabaco tienen un riesgo alrededor de cinco veces más alto de presentar un cáncer en la cavidad oral, la orofaringe, la laringe y el esófago, en comparación con las personas que solo consumen bebidas alcohólicas o solo consumen tabaco.