nuestros valores

Nuestro Instituto Oncológico Henry Moore nació como una idea, como un proyecto que pusiera en evidencia una razón, un por qué.  Se gestó desde un profundo convencimiento de que la medicina es un arte, que se manifiesta en el servicio a la persona doliente procurando por todos los medios aliviar el padecimiento, restaurar la salud y brindar la curación definitiva o, en su defecto, la mayor longevidad alcanzable con la mejor calidad de vida posible para el paciente.

Por eso nuestra historia empieza con este credo:

Creemos que la medicina es un servicio
Creemos que la medicina tiene como objeto de su arte: curar, aliviar, acompañar
Creemos que el fundamento del cuidado médico es la relación médico paciente
Creemos que el mayor bien que podemos ofrecer a un enfermo es nuestro tiempo
Creemos que la eficacia, la eficiencia y la ciencia están al servicio del arte médico
Creemos que la honestidad y honradez  en nuestra relación con el paciente son cruciales
Creemos que la humildad en nuestra relación con el paciente es fundamental
Creemos que la humanidad en la relación con un paciente es esencial
Creemos en el derecho de todos los pacientes a acceder al mejor tratamiento comprobado
Creemos que el mejor tratamiento comprobado es el que tiene la mayor evidencia científica

Este credo ha guiado el diseño edilicio, el diseño de los espacios de encuentros, el diseño de los servicios y la selección del personal. Mucho antes de que se hubiera trazado una línea en el plano sabíamos que debíamos reunir personas que respetaran estas ideas para construir un espacio donde todos compartiéramos la filosofía subrayada.

Por eso el primer motor fue:
Para que la medicina siga siendo un arte.
El arte de mirar
El arte de escuchar
El arte de curar
El arte de acompañar

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