Los conceptos entre tumor y cáncer suelen confundirse. No todo tumor es cáncer y por eso es necesario aclarar cuáles son las diferencias. Un tumor es un crecimiento anormal en un tejido y por esta razón puede ser benigno o maligno. Un cáncer corresponde al crecimiento anormal de un tejido, que siempre es maligno.
La American Cancer Society define al tumor como una masa o protuberancia. Mientras algunas de estas masas son cancerosas, muchas otras no.
-Las masas que no son cancerosas se denominan tumores benignos
-Las masas que sí contienen células cancerosas se denominan tumores malignos
Lo que hace que un cáncer sea diferente es su habilidad de propagarse hacia otras partes del cuerpo, mientras que los tumores que no son cáncer -aquellos benignos- no lo hacen. Asimismo, las células cancerosas pueden desprenderse del sitio en donde surgió el tumor y desplazarse hacia otras partes del cuerpo.
El médico oncólogo y Director Médico de Docencia e Investigación del Instituto Oncológico Henry Moore, Ernesto Gil Deza (MN 69.862), detalla que “la palabra tumor es de origen latino y significa crecimiento localizado y se aplicó inicialmente para las inflamaciones. Celso, un gran médico latino, decía que la inflamación tenía como características: tumor, es decir, aumento de volumen, rubor -enrojecimiento-, dolor e impotencia funcional”.
Hoy -explica Dil Deza, “la palabra tumor se aplica fundamentalmente para lo que se denominan tumores benignos, crecimientos por un aumento de número de células que no invaden los tejidos vecinos y no tienen capacidad de dar lugar a metástasis, es decir, una siembra a la distancia”.
Normalmente los tumores benignos se operan y se curan y el tratamiento fundamental es quirúrgico. Entre los más frecuentes están los adenomas en las glándulas mamarias y los lipomas, en el tejido graso. “Los tumores benignos no son cancerosos y los síntomas en general dependen de la localización”, recalca el especialista y advierte que “pueden comprimir, desplazar, generar dolor, molestias y trastornos de la deglución”, en tanto que resalta que “los tumores benignos crecen mucho más lentamente que los tumores malignos”.
Por otra parte, continúa el médico oncólogo, “la palabra cáncer es de origen griego y hace referencia a los tumores malignos”. Son crecimientos localizados de células que han adquirido la capacidad de invadir los tejidos vecinos y de dar lugar a metástasis.
“En estos tumores los tratamientos quirúrgicos sólo tienen éxito cuando están totalmente localizados, de lo contrario hay que complementarlos con rayos, quimioterapia, hormonoterapia, inmunoterapia como tratamiento adicional”, añade
En síntesis, no todo tumor es cáncer. Un tumor puede ser benigno mientras que un cáncer siempre es maligno.