La atención del paciente oncológico ambulatorio, la accesibilidad del beneficiario de obras sociales al mejor tratamiento con evidencia científica y la atención centrada en la vida y en la medicina como un arte, son los pilares de nuestro fundamento filosófico. Hoy somos una institución de referencia tanto en el país como en Latinoamérica.
El ejercicio de la medicina supone un arte. El arte de la relación humana, del criterio, del tiempo, de analizar la realidad y de aplicar un conocimiento general a un caso particular. Con esa premisa fue creado en abril de 1998 el Instituto Oncológico Henry Moore por los doctores Gustavo Gercovich, Eduardo Morgenfeld y Edgardo Rivarola. Más tarde se sumaron Ernesto Gil Deza y Juan Pollola y el recambio generacional llegó con la incorporación de la Lic. Daniela Gercovich a la Dirección General.
Pensado para la atención del paciente oncológico adulto, desde el diagnóstico y durante toda la evolución de la enfermedad, el IOHM brinda atención integral a pacientes con tumores sólidos que requieren tratamiento ambulatorio. Seguimos trabajando para brindarle a los pacientes mayor accesibilidad a una atención de calidad.
Nos distinguimos por brindar tratamientos de primera línea -Gold Standard- aquellos con base científica demostrada, incuestionable y utilizada en todas partes del mundo. La honestidad intelectual y profesional también nos distinguen a la hora de decidir conductas, porque cuidamos los recursos de la seguridad social y de la salud pública. Los tratamientos que se brindan están sujetos a protocolos que garantizan, además de los estándares de calidad, la sostenibilidad del sistema.
Ponemos en el centro al paciente. Uno de nuestros valores es la atención personalizada, dedicando el tiempo necesario para la escucha y la contención. El contacto fluido con el médico tratante es algo que nos distingue y de lo que estamos orgullosos.
Tenemos un lema muy claro: servir con dedicación.