Infecciones de Transmisión Sexual y cáncer: prevención y vacunas 

Infecciones de Transmisión Sexual y cáncer: prevención y vacunas 

Tener una Infección de Transmisión Sexual -ITS- aumenta el riesgo en una persona de desarrollar varios tipos de cáncer. Cuáles son y de qué forma podemos prevenirlos. 

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cada día más de un millón de personas contraen una ITS, lo que significa que anualmente unos 376 millones de personas adquieren infecciones por clamidia, gonorrea, tricomoniasis y sífilis, entre otras patologías. 

Las ITS son infecciones que se transmiten de una persona a otra durante una relación sexual, pueden ser producto de virus, bacterias y parásitos y las más frecuentes son, además de las mencionadas, el Virus del Papiloma Humano (VPH), el Herpes genital, la Hepatitis B y C y el VIH.  

Se habla de infecciones y no de enfermedades de transmisión sexual porque pueden no presentar síntomas, siendo las mujeres las más vulnerables, ya que por lo general cursan las ITS de manera asintomática.

Natasha Gercovich (MN 100306), médica Oncoginecóloga del Instituto Oncológico Henry Moore explica que “las infecciones de transmisión sexual se transmiten principalmente a través del contacto sexual vaginal, anal u oral, aunque también algunas ITS se pueden contraer a través de fluidos y formites” y advierte que la prevención del contagio “implica el uso de prácticas sexuales seguras, como el uso del preservativo de manera correcta y en todo momento del contacto sexual”. 

“Algunas ITS pueden estar relacionadas con algún tipo de cáncer”, explica Gercovich y detalla que el VPH se relaciona con cáncer de cuello uterino, ano, pene, vagina, vulva y boca” y resalta que “es por eso que la vacuna contra el VPH es altamente efectiva para prevenir la infección y así lograr reducir el riesgo de desarrollarlos”

Gercovich señala también que “el VIH no causa directamente cáncer, pero las personas con VIH tienen un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el sarcoma de Kaposi, el linfoma de Hodgkin y el cáncer de cuello uterino”.

En tanto, la infección crónica causada por los virus de la hepatitis B y C puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de hígado. “La vacuna contra la hepatitis B es una medida importante para prevenir la infección por este virus. Si bien no existe una vacuna contra la hepatitis C, es importante tomar medidas para prevenir la transmisión, como el uso de prácticas sexuales seguras y evitar compartir agujas”, subraya la médica oncoginecóloga.

VPH: la importancia de la vacuna

“La prevención del cáncer de cuello uterino está íntimamente relacionada con la infección del VPH. Es por eso que es necesario destacar que la vacunación contra el VPH y los exámenes de detección temprana son medidas complementarias para su prevención” insiste Natasha Gercovich y detalla que “mientras la vacuna ayuda a prevenir la infección por VPH, los exámenes de detección permiten identificar y tratar tempranamente las lesiones precancerosas o el cáncer en etapas iniciales”.

La vacuna contra el VPH es una estrategia efectiva para prevenir la infección y se administra en una serie de dos o tres dosis, según la edad y el esquema de vacunación recomendado en cada país. En Argentina la vacuna contra el VPH se incorporó en el año 2011 para todas las niñas de 11 años nacidas a partir del año 2000 y en 2017 se amplió para todos los varones de 11 años nacidos a partir del año 2006 .

Si bien la vacuna no protege contra todos los tipos de VPH, sí lo hace contra los tipos de VPH responsables de la mayoría de los casos de cáncer relacionado con el virus. “Además, la vacuna puede ser administrada a personas que ya han tenido una infección por VPH, ya que es probable que no hayan estado expuestas a todos los tipos de VPH incluidos en la vacuna”, señala Gercovich. 

La especialista insiste además en que “el papanicolaou y colposcopia son pruebas de detección que nos permiten conocer la salud del cuello uterino, es un examen que busca células anormales que podrían indicar la presencia de cáncer o lesiones precancerosas”. 

Finalmente, concluye que “usar el preservativo de manera correcta y consistente durante cada relación sexual, tener prácticas sexuales seguras y limitar el número de parejas reduce el riesgo de exposición al VPH y otras ITS. Y ante cualquier duda o inquietud, siempre consultar al médico o médica de confianza”.