Incorporar actividad física durante la quimioterapia tiene impactos positivos

<strong>Incorporar actividad física durante la quimioterapia tiene impactos positivos</strong>

Hacer ejercicios durante el tratamiento de quimioterapia es seguro, previene la fatiga y la disminución de la aptitud cardiorrespiratoria, aumenta la fuerza muscular y mejora la calidad de vida. 

Realizar actividad física durante la quimioterapia mejora la aptitud cardiorrespiratoria a largo plazo y alivia algunos de los efectos adversos del tratamiento del cáncer, según un estudio publicado en la revista “JACC:CardioOncology”. 

Durante el tratamiento con quimioterapia, la aptitud cardiorrespiratoria, que se mide por el consumo máximo de oxígeno, disminuye hasta un 25 por ciento. Asimismo, puede producir efectos adversos que perjudican la calidad de vida relacionada a la salud del paciente, como el aumento de fatiga y la morbilidad cardiovascular. 

La actividad física es segura, mitiga estos riesgos y se asocia a un aumento de la aptitud cardiorrespiratoria.  Si bien no hay pruebas sobre el momento óptimo de la intervención del ejercicio en la mejora de las condiciones cardiorrespiratorias, el beneficio del ejercicio en pacientes con cáncer es reconocido y recomendable. 

Así lo determinó un ensayo realizado en dos grupos de pacientes diagnosticados con cáncer de colon, cáncer de mama y cáncer testicular, que propuso ejercicios físicos durante 24 semanas durante y después de la quimioterapia, con actividad de moderada a vigorosa, entrenamiento de resistencia y pruebas de fuerza con pesas. El estudio reveló que, directamente después de la quimioterapia el grupo que inició el ejercicio durante el tratamiento informó menos fatiga y más actividad física, con menor disminución del consumo máximo de oxígeno. En tanto, el grupo que empezó a ejercitarse luego del tratamiento con quimioterapia mostró valores similares al anterior. Y ambos grupos volvieron a su estado cardiorrespiratorio de referencia un año después de completar la intervención del ejercicio, independientemente del momento.  

“Los resultados sugieren que el momento más óptimo para realizar ejercicio físico es durante la quimioterapia, sin embargo, iniciar un programa de ejercicio físico después de la quimioterapia es una alternativa viable cuando no es posible hacerlo durante el tratamiento”, fueron las conclusiones de Annemiek Walenkamp, médico oncólogo de los Países Bajos y autor principal del estudio. El investigador sugirió “a los proveedores de atención médica” guiar a los pacientes para realizar intervenciones de ejercicios durante el tratamiento contra el cáncer.