El cáncer colorrectal ya no es una enfermedad exclusiva de las personas mayores

El cáncer colorrectal ya no es una enfermedad exclusiva de las personas mayores

Si bien la mayoría de los casos de cáncer colorrectal se presenta en personas mayores de 50 años, en el mundo se viene registrando un alarmante y creciente número de casos en adultos más jóvenes. 

Así lo revela un informe del Instituto Nacional del Cáncer que refiere a un estudio reciente donde se identificaron cuatro señales de advertencia que, según los investigadores, podrían alentar a los adultos más jóvenes a buscar atención médica para detectar la enfermedad en un estadio más temprano y más tratable. 

Este tipo de cáncer es el segundo más frecuente y el segundo de mayor mortalidad en Argentina. Cada año, se diagnostican más de 15.000 nuevos casos y más de 7.000 personas mueren por esta causa.

El cáncer colorrectal se desarrolla en el colon y el recto (intestino grueso) y en más del 80 % de los casos, se genera primero un pólipo que puede crecer lentamente durante más de 10 años y transformarse en cáncer si no se detecta y se extirpa a tiempo.

Este tumor es uno de los más simples de prevenir con test de sangre oculta en materia fecal y/o colonoscopía, estudios que se recomiendan tanto para hombres como mujeres, a partir de los 50 años. 

Para ayudar a mejorar el diagnóstico temprano en los adultos más jóvenes, que en muchos casos de inicio temprano no se diagnostican hasta que se encuentra en estadio avanzado, es importante identificar signos de advertencia. 

Luego de haber indagado en un universo de más de 5000 personas que recibieron el diagnóstico de cáncer colorrectal antes de los 50 años y de más de 22.000 personas sin cáncer y con controles, se observó que, en el período de 3 meses a 2 años antes del diagnóstico hubo cuatro signos (Red Flags) que se notificaron con frecuencia: 

  • -dolor abdominal
  • -sangrado en el recto
  • -diarrea
  • -anemia por falta de hierro

El trabajo científico considera que “tener uno solo de estos signos durante este período se relaciona con casi el doble de probabilidad de recibir un diagnóstico de cáncer colorrectal de inicio temprano en comparación con no tener ningún signo”.

Los números del estudio revelan que casi el 20 % de los adultos más jóvenes con cáncer colorrectal de inicio temprano presentaron 1 o más de estos 4 signos en el período de 3 meses a 2 años antes del diagnóstico. El dolor abdominal fue el signo más frecuente: se presentó en el 11,6 % de las personas con cáncer en comparación con el 7,7 % de los controles. Sin embargo, el sangrado en el recto tuvo la asociación más fuerte con el diagnóstico de cáncer colorrectal de inicio temprano, seguido de la anemia por falta de hierro. Mientras más signos presentaba una persona, más probabilidades tenía de que se le diagnosticara la enfermedad.

Los resultados destacan la importancia de reconocer a tiempo los signos de advertencia y tener en cuenta que, de presentarse alguno de estos signos, acudir al médico para decidir si se hacen las pruebas diagnósticas, sobre todo si hay más de un signo, si los signos no desaparecen o si vuelven.