Diabetes y Cáncer: una asociación indeseable del Siglo XXI

Diabetes y Cáncer: una asociación indeseable del Siglo XXI

¿Cuál es la relación entre el cáncer y la diabetes?. Les compartimos un análisis del Dr. Ernesto Gil Deza. Director de Investigación y Docencia del Instituto Oncológico Henry Moore, con análisis sobre datos del Observatorio del Cáncer.

Si uno analiza cuáles son las enfermedades de la civilización moderna: hipertensión arterial, diabetes y cáncer, son las que están en el podio. 

El orden dependerá de la edad y la sociedad que estemos estudiando, pero es claro que el tabaquismo, los hábitos dietéticos, el sedentarismo  y la obesidad son las causas subyacentes a estas tres dolencias que son las responsables de la mayor cantidad de muertes prevenibles en el adulto.

En el Observatorio del Cáncer analizamos  las últimas veinticinco mil novecientos ochenta y nueve historias clínicas (de Septiembre de  2012 a Julio de 2023) donde dos mil novecientos setenta y uno ( 11,4%) de los pacientes son diabéticos, a esto debemos agregar un 3% que están tratados con metformina por síndrome metabólico.

¿Qué característica tiene esta población de pacientes con diabetes y cáncer?

A diferencia de la población general  predomina el sexo masculino (57%); consultan a una edad promedio más elevada (lo cual es razonable pues la diabetes juvenil  es infrecuente); tienen mayor cantidad de tumores digestivos y, en todas las patologías, tienden a presentarse con tumores diseminados, ya que sólo 86 (9%) de los 934  pacientes con tumores in situ son pacientes diabéticos, mientras que 753 (13%) de los 5836 pacientes con tumores diseminados son pacientes diabéticos (como vemos hay un 2% menos de lo esperado en el primer caso y un 2% más de lo esperado en el segundo caso).

¿Qué características tiene la diabetes en esta población?

La mayoría de los pacientes reciben antidiabéticos orales y menos del 10% están tratados con insulina. Si estudiamos sus antecedentes familiares (padres, hermanos, hijos y abuelos) prácticamente uno de cada cuatro pacientes (24%) tienen algún familiar próximo tratado por diabetes .

¿Por qué la diabetes y el cáncer están relacionados?

Hay al menos dos motivos claves que relacionan estas dolencias: la mayoría de los diabéticos son obesos y los que somos obesos no lo somos porque tengamos células más grandes, sino porque tenemos más células. 

Tener más células implica a su vez tener dos condiciones diferentes con respecto a los que son delgados: 

a) mayor cantidad de factores de crecimiento: los obesos tenemos más células porque reciben la orden de reproducirse a un ritmo mayor. Los tumores usan esos factores de crecimiento para crecer ellos mismos. 

b) mayor cantidad de células implica mayores blancos mutacionales.  Es decir, la tasa de mutaciones en los obesos es mayor y el riesgo de que alguna de ellas genere un tumor es por tanto mayor.

Pero además la diabetes se correlaciona con un estado deficitario de inmunidad y por lo tanto la vigilancia inmunológica es peor en los obesos.

De tal manera que la diabetes tiene mayor riesgo de mutaciones,  mayores chances de estimular el crecimiento celular y peor sistema de vigilancia inmunitaria. Esa combinación explica la mayor incidencia de cáncer en los pacientes diabéticos (especialmente mama, páncreas, endometrio y colon).

En los pacientes diabéticos insulino dependientes, adicionalmente, los tumores pueden expresar receptores de crecimiento para proteínas parecidas a la insulina (Insulin Like Growth Factor Receptor) y pueden utilizarla para facilitar su crecimiento.

¿Qué podemos hacer para prevenir y mejorar esta condición?

En la prevención del cáncer la primera línea de lucha es la lucha contra el tabaquismo y la segunda línea es la lucha contra la obesidad y el sedentarismo.

Los antecedentes familiares  deben  ser un estímulo adicional para cuidarnos de aquello a lo que somos propensos.

Cuidar el peso y realizar actividad física no sólo ayuda a tener  una mejor salud cardiovascular, mejor inmunidad, mejor cerebro sino también menos  diabetes y menos cáncer.

No desaproveche su día, incorpore la actividad física como un medicamento que lo ayudará a vivir más y mejor.

Dr. Ernesto Gil Deza. Director de Investigación y Docencia del Instituto Oncológico Henry Moore