Cáncer y salud mental

Cáncer y salud mental

En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra anualmente el 10 de octubre, resaltamos el impacto del bienestar psicológico, emocional y social en la calidad de vida de las personas con cáncer.

La fecha, instaurada en 1982 e impulsada por la Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH) y apoyada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene como objetivo concientizar acerca de los problemas de salud mental en todo el mundo. 

La salud mental se refiere al bienestar psicológico, emocional y social, que incluye cómo nos sentimos, pensamos, actuamos y nos relacionamos con otras personas. 

Una buena salud mental y las relaciones de apoyo son una parte importante al momento de transitar una enfermedad como el cáncer. Tener una buena salud mental puede mejorar los resultados médicos y la calidad de vida tanto de los pacientes como de las familias.

Un diagnóstico de cáncer puede afectar la salud emocional de los pacientes, las familias y los cuidadores. Según la American Cancer Society, los sentimientos comunes durante esta experiencia que cambia la vida incluyen ansiedad, angustia y depresión. Es probable que los roles en el hogar, la escuela y el trabajo pueden afectarse y por lo tanto es importante reconocer estos cambios y obtener ayuda cuando sea necesario.  

En el mismo sentido, el Instituto Nacional del Cáncer (INC) advierte que, así como el cáncer  afecta la salud física, a veces produce emociones distintas a las que suelen enfrentarse las personas, y también es posible que se intensifiquen sentimientos previos. “Estos sentimientos ocurren ya sea que esté en tratamiento o lo haya terminado y todos estos sentimientos son normales” resaltan desde el INC.

La psicooncología puede ser el primer acercamiento a las manifestaciones de inseguridad, miedo y nerviosismo ante el diagnóstico y tratamiento del cáncer.

La psicooncología es una rama de la psicología que se especializa en el acompañamiento de los pacientes oncológicos desde el diagnóstico y durante los trastornos que se asocian a la enfermedad, como los efectos adversos de la medicación y los distintos momentos que atraviesa la persona: un procedimiento quirúrgico, un tratamiento ambulatorio, una internación e incluso la fase terminal. 

De este modo, la atención médica se complementa con el trabajo de un psicólogo especialista en psicooncología, con el fin de ayudar en el afrontamiento y en la creación de estrategias de autocuidado esenciales para mantener la salud mental durante el tratamiento del cáncer -e incluso después de que finalice-. en el período en que sean necesarios los retornos y los exámenes para controlar el retorno de la enfermedad.

“Así como encaramos un tratamiento médico, desde la psicooncología miramos al paciente en forma integral, para brindarle herramientas que lo ayuden a atravesar este momento de su vida”, subraya la Lic. Daniela Gercovich, psicooncóloga y directora del IOHM. 

Y resalta que “el abordaje de la salud mental aporta mucho al tratamiento integral del paciente”. 

Ninguna persona tiene control sobre los sentimientos, y quien enfrenta un diagnóstico o atraviesa un tratamiento de cáncer, no puede saber cómo será su reacción; pero sí puede identificar las herramientas y pedir ayuda. 

Los tratamientos de salud mental tienen el potencial de fortalecer los procesos de recuperación en el marco de situaciones críticas.