Cáncer: la prevención está en nuestras manos

Cáncer: la prevención está en nuestras manos

Un chequeo preventivo es el contacto entre un profesional de salud y una persona a la que, sin síntomas, se le realizan pruebas para evaluar su salud.  Los chequeos preventivos y exámenes de rutina o anuales son herramientas para detectar problemas antes de que se manifiesten clínicamente, sobre todo cuando se trata de cáncer. 

Un examen preventivo puede hacer la diferencia; sin embargo, para lograr el objetivo de prevenir enfermedades, es importante considerar la historia y formas de vida de cada individuo. 

El propósito del chequeo preventivo anual es identificar factores de riesgo y signos de una enfermedad en su etapa temprana y encontrar problemas a tiempo, cuando las posibilidades de cura son mayores. 

De acuerdo a la edad y el sexo de las personas, los chequeos abarcan exámenes preventivos generales, exámenes auxiliares y complementarios de ser necesario, además de oftalmológicos y ginecológicos. 

Monitorear la presión, revisar niveles de colesterol y glucosa, pueden prevenir daños en distintos órganos, pero también la consulta al médico es una gran oportunidad para indagar sobre la historia familiar y antecedentes de enfermedades, que pueden derivar en otro tipo de revisiones y exámenes. 

También es una buena ocasión para repasar el calendario de vacunas y chequear que todas estén al día, conversar sobre las metas, cómo reducir el estrés, qué tipo de alimentación es más saludable, cómo introducir actividad física, todas condiciones que impactan en la salud. 

Los especialistas consideran que un análisis preventivo debe revisar al menos, cifras de glucosa, colesterol, creatinina para evaluar la función renal, los leucocitos o glóbulos blancos para evaluar las defensas y las cifras de hemoglobina para descartar una posible anemia. De acuerdo a los resultados, se pueden indicar pruebas complementarias. 

Sin embargo, es importante y necesario destacar que el beneficio para la salud no está en los chequeos médicos, sino principalmente, en la mejora de los hábitos de vida. 

Exámenes de detección de cáncer

Según el Instituto Nacional del Cáncer, hay  exámenes de detección del cáncer que se utilizan para encontrar rastros de la enfermedad antes de que cause síntomas, “y aún cuando el cáncer es más fácil de tratar”. 

Exámenes de detección del cáncer de mama

Está comprobado que las mamografías de detección disminuyen las muertes por cáncer de mama (seno) en las mujeres de 40 a 74 años y, en especial, en las de 50 a 69 años.

En general, los grupos de expertos recomiendan estos exámenes a partir de los 50 años para las mujeres con riesgo promedio.

Exámenes de detección del cáncer de cuello uterino

La prueba de detección del virus del papiloma humano (VPH) y la prueba de Papanicolaou se recomiendan como exámenes de detección del cáncer de cuello uterino. Estas pruebas evitan la enfermedad porque permiten detectar células anormales que es posible tratar antes de que se conviertan en cáncer.

En general, los grupos de expertos recomiendan estas pruebas desde los 21 años hasta los 65 años, si es que las mujeres se hicieron exámenes de detección adecuados antes y no corren riesgo alto de tener cáncer de cuello uterino.

Exámenes de detección del cáncer colorrectal

El INC sostiene que que varios exámenes de detección disminuyen el riesgo de muerte por cáncer colorrectal. Estos incluyen la colonoscopia, la sigmoidoscopia y las pruebas de sensibilidad alta con las que se analiza la materia fecal, como la prueba de sangre oculta. Además de detectar temprano el cáncer colorrectal, la colonoscopia y la sigmoidoscopia evitan que se inicie la enfermedad. Esto es posible porque en las pruebas a veces se encuentran pólipos (bultos anormales en el colon) que se extirpan antes de que se conviertan en cáncer. En general, los grupos de expertos recomiendan que las personas con riesgo promedio de cáncer colorrectal se hagan una de estas pruebas de detección, desde los 45 o 50 años hasta los 75 años.

Exámenes de detección del cáncer de pulmón

Un tipo de tomografía computadorizada (TC), llamada tomografía computarizada helicoidal, disminuye las muertes por cáncer de pulmón en las personas que fuman mucho.

En general, los grupos de expertos recomiendan los exámenes de detección a algunas personas entre los 50 y los 80 años que fuman o fumaron mucho.