Cada 13 de junio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Piel, con el fin de concientizar sobre la importancia del cuidado de la piel y la prevención de tumores cutáneos. Es uno de los tipos de cáncer más frecuentes y el principal factor de riesgo es la sobreexposición al sol.
La piel es el órgano más grande del cuerpo: protege contra la luz solar, de lesiones e infecciones, ayuda a controlar la temperatura corporal y almacena agua y vitamina D; pero la exposición a los rayos ultravioletas (UV) que forman parte de la luz solar es un factor de riesgo para el cáncer de piel, que se puede prevenir con restricciones como evitar estar bajo el sol, usar ropa que impida su paso y utilizar protector solar en las zonas de la piel que quedan expuestas.
Las proyecciones efectuadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para los próximos 20 años predicen que para 2025 el número de muertes por melanoma tendrá un incremento de un 20 por ciento y esa cifra aumentará un 74 por ciento para 2040, lo que supondrá medio millón de diagnósticos anuales y unas 100.000 muertes por esta causa.
Según los datos relevados por SÍNTESIS –el primer Observatorio del Cáncer del país con información y análisis propio- a lo largo de 24 años el IOHM asistió a 1.142 pacientes con melanomas -que representan un dos por ciento del total- y 472 pacientes con otros tumores de piel, como basocelulares y espinocelulares, que representan el 1% del total.
“Los tumores basocelulares y espinocelulares están subrepresentados en los servicios de oncología. Los basocelulares no suelen dar metástasis y se tratan con extirpación u otras medidas locales” señala el director de Docencia e Investigación del Instituto, Dr. Ernesto Gil Deza, a la vez que advierte que en estos casos “los tumores son sub diagnosticados y seguidos por dermatología”.
El cáncer de piel es la forma más común de cáncer en los seres humanos, pero detectado a tiempo, es curable en la mayoría de los casos.
Recordemos que el cáncer de piel es una enfermedad producida por el desarrollo de células cancerosas en cualquiera de las capas de la piel. Existen dos tipos principales de tumores: el carcinoma y el melanoma. Los carcinomas basocelulares y espinocelulares son los más frecuentes, mientras que los melanomas son mucho menos frecuentes (1%), pero su evolución en general es de peor pronóstico, ya que en la actualidad es el responsable de más del 65% de muertes por cáncer de piel en el mundo.
“La piel es el órgano más visible y menos visto” sintetiza Gil Deza y propone, como medida de prevención al alcance de la mano “conocer nuestra piel y estudiar nuestros lunares, porque estar atentos a los cambios que se producen puede salvarnos la vida”. “Es una estrategia eficaz que no tiene costo adicional”, concluye.
Regla del ABCDE
Realizar exploración de la piel de forma periódica permite conocer las manchas de la piel para, en caso de ver algún cambio, acudir al dermatólogo para que valore si es necesario un estudio complementario.
La regla del ABCDE puede ayudar a distinguir un lunar normal de un melanoma:
- A: Asimetría: que la mitad de un lunar no es igual que la otra mitad.
- B: Bordes irregulares: bordes desiguales. Irregulares, borrosos o dentados.
- C: Color: varios colores diferentes en la lesión (los colores más peligrosos son los rojizos, blanquecinos y azulados sobre lesiones de color negro).
- D: Diámetro: cuando el lunar mide más de 6 milímetros o aumenta de tamaño (mayor de 6 mm.).
- E: Evolución: si el lunar experimenta cambios en cuanto a tamaño o forma.