El Cáncer de Colon es el segundo tumor más frecuente en la Argentina, pero a la vez presenta más del 90% de probabilidad de cura si se detecta en forma temprana. Los hábitos de vida saludable y la detección precoz, dos factores claves.
El 31 de marzo es el Día Mundial de Concientización sobre el Cáncer Colorrectal -o Cáncer de Colon-, una jornada dedicada a conocer sobre esta enfermedad, cuáles son sus síntomas, las formas de prevención y los estudios de detección temprana. Por eso, en el Instituto Oncológico Henry Moore (IOHM) nos sumamos a brindar información.
El cáncer colorrectal (CCR) es una patología que se da por un crecimiento anómalo de las células del colon y la zona rectal. Comienza con el surgimiento de pólipos que pueden transformarse, con el paso de los años, en cáncer. Además de ser el segundo cáncer más frecuente, es el segundo con mayor mortalidad en Argentina. Cada año, se diagnostican más de 15.000 nuevos casos y más de 7.000 personas mueren por esta causa. Sin embargo, este tumor es uno de los más simples de prevenir.
Nueve de cada 10 casos de cáncer de colon se pueden curar con un diagnóstico precoz. Los pólipos en el intestino son la primera señal; si se detectan a tiempo se extirpan antes de transformarse en cáncer.
Factores de riesgo
Entre los factores de riesgo más comunes están los antecedentes familiares, la edad del paciente y haber sufrido de algunas patologías como la colitis ulcerosa, la llamada enfermedad de Crohn o enfermedades inflamatorias del sistema digestivo.
A esto se suman los factores externos, aquellos relacionados con la alimentación y el consumo de tabaco, el alcohol o las drogas. Cuando la dieta es baja en fibra y nutrientes y además se consumen sustancias nocivas, aumenta el riesgo de presentar este tipo de enfermedad.
Cuidar los hábitos alimenticios y de consumo es el punto de partida para vivir una vida sana y longeva.
Detección temprana
El CCR es prevenible: la progresión lenta de los pólipos o adenomas favorece la realización de exámenes periódicos para detectarlos y extirparlos permitiendo prevenir la enfermedad. Además, es un tipo de cáncer que se puede curar: si se detecta tempranamente las posibilidades de curación son superiores al 90% y los tratamientos son menos invasivos.
Recomendaciones para la detección temprana
- Todas las personas de 50 a 75 años, aunque no tengan síntomas, deben efectuar chequeos regulares para detectar y extirpar los adenomas o detectar y tratar el cáncer colorrectal en una etapa temprana.
- En caso de tener antecedentes familiares o personales de cáncer de colon o pólipos debe consultarse a un médico especialista si es necesaria la realización de exámenes a más temprana edad.
Los estudios de detección del CCR son:
- El test de sangre oculta en materia fecal inmunoquímico (tsomfi). Se utiliza para saber si hay presencia de sangre en la materia fecal, no observable a simple vista. Son varias las causas que pueden generar la aparición de sangre oculta en la materia fecal, entre ellas los pólipos o el cáncer colorrectal. Una ventaja de este examen es su simpleza y que puede ser realizado por la persona en su propia casa.
- La colonoscopía. Es un estudio que utiliza un tubo flexible con una cámara para examinar minuciosamente el colon y el recto. Posibilita la detección y extirpación de pólipos previniendo el cáncer colorrectal.
¿Cuándo realizar una consulta médica?
- Ante síntomas, como sangrado o cambios en la forma habitual de evacuar el intestino, dolores abdominales o rectales frecuentes, anemia o pérdida de peso.
- Si tenés entre 50 y 75 años, y no se presentan síntomas ni antecedentes familiares.
- Si se presenta colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn (sin importar la edad).
- Si hay familiares cercanos (padres, hermanos o hijos) que han tenido CCR o pólipos adenomatosos (sin importar la edad).
- Si la persona ya tuvo pólipos adenomatosos o cáncer colorrectal.
Cambio de hábitos
Una alimentación saludable es fundamental para prevenir cualquier tipo de cáncer y debe incluir: frutas, vegetales y alimentos ricos en fibra como los cereales integrales, en lugar de alimentos procesados y grasas saturadas.
De este modo, el cuerpo puede eliminar más fácilmente las toxinas del organismo.
Beber abundante agua durante el día también favorece la salud intestinal.
Recomendaciones
- Consumir una dieta rica en fibras, especialmente vegetales y frutas.
- Disminuir el consumo de carnes rojas y grasas de origen animal.
- Ingerir productos ricos en calcio (lácteos).
- Realizar ejercicio físico regularmente y evitar el sobrepeso.
- Disminuir el consumo de bebidas alcohólicas y evitar el tabaco.