Todas las personas, colectiva e individualmente, pueden contribuir para prevenir esta enfermedad. Se calcula que por año la incidencia de nuevos cánceres es de, aproximadamente, 1 a 1,5 cada mil según los grupos etarios. Argentina tiene cerca de 120 mil nuevos cánceres por año, de los cuáles 70 mil son prevenibles y de este número, 50 mil están relacionados con el tabaco.
“La prevención consiste en implementar las medidas necesarias para evitar que una enfermedad aparezca (prevención primaria); si aparece, detectarla en etapas curables (prevención secundaria); si se la cura, causar la menor afectación posible a la calidad de vida del paciente (prevención terciaria) y, en todos los casos, utilizar el menor número de medicamentos necesarios para evitar errores (seguridad del paciente) y mala praxis (iatrogenia), lo que se llama prevención cuaternaria” explica el Dr. Juan Pollola (MN 83881), cardiólogo, oncólogo, Director del Instituto William Osler y experto en prevención.
Un número importante de los tumores son prevenibles: el de pulmón si se combate el hábito del tabaco, el de mama desde la prevención primaria con control de peso, control del consumo de alcohol, manejo cuidadoso de los anticonceptivos y la prolongación de la lactancia, y desde la prevención secundaria con estudios de mamografía. También el cáncer de colon se puede prevenir con dietas adecuadas y estudios de colonoscopía oportunos, así como es prevenible el melanoma con el control de los lunares de la piel o el cáncer de cuello uterino con las vacunas HPV y el Papanicolau.
Cambio de hábitos
Pero prevenir el cáncer requiere un cambio de hábitos, que según el oncólogo y director de Docencia e Investigación del Instituto Oncológico Henry Moore (IOHM), Ernesto Gil Deza (MN 69862), atraviesa varias etapas, que comienzan con la obtención del conocimiento.
Sin embargo, saber no es suficiente. “¿Por qué la mayoría de la población con acceso a información sabe lo que tiene que hacer y no lo hace?, se pregunta Gil Deza y explica: “Creemos que por algún motivo no somos vulnerables a esa condición, otro tiene que dejar de fumar, otro tiene que bajar de peso y otro es el que tiene que hacer actividad física o cuidarse del sol. Esta creencia es la causa principal de no hacer lo que sabemos que es bueno”.
El Dr. Pollona coincide y reafirma: “Siempre es posible cambiar, siempre estamos a tiempo de adquirir hábitos más saludables, no desperdiciemos las oportunidades”.