15 de septiembre: Día Mundial de Concientización sobre el Linfoma

15 de septiembre: Día Mundial de Concientización sobre el Linfoma

El linfoma es un tipo de cáncer de la sangre que se manifiesta en órganos del sistema linfático, poco conocido y al que, en general, se llega tarde en su diagnóstico por presentar síntomas similares a otras enfermedades. Cuando se detecta en un estadio temprano, existe un 70% de probabilidad de supervivencia.

Cada 15 de septiembre se conmemora el Día Mundial de Concientización sobre el Linfoma con el propósito de generar un espacio de sensibilización, orientación e información sobre este tipo de cáncer. 

En Argentina, los linfomas representan el 4% de la incidencia de todos los cánceres. Y según datos de la Sociedad Argentina de Hematología, es el primer cáncer con incidencia en jóvenes, la tercera causa de muerte por cáncer en niños y el tercer tipo de cáncer más frecuente en menores de 15 años. 

Existen fundamentalmente dos grandes categorías de linfomas:

  • Linfoma de Hodgkin: aquel que se origina en los glóbulos blancos, llamados linfocitos.
  • Linfoma no-Hodgkin (LNH): aquel que comienza en los linfocitos que forman parte del sistema inmunitario del cuerpo.

La Dra. Francisca Rojas (MN 90648), médica oncohematóloga y referente del Instituto Oncológico Henry Moore en esta especialidad, explica que “el más prevalente es el grupo de enfermedades conocidas como linfomas no Hodgkin, una entidad heterogénea y variable”.  A su vez existen subtipos de linfomas, unos más agresivos que otros. Mientras algunos requieren tratamiento en forma inmediata “a otros se los puede observar, pues su evolución es benévola por un periodo variable, en algunos pacientes lamentablemente corto y en otros prolongado según cada caso”. 

En el caso de los linfomas no Hodgkin su prevalencia va aumentando con la edad a diferencia del otro grupo de linfomas, los llamados Linfomas de Hodgkin o Enfermedad de Hodgkin que si bien son menos frecuentes, tienen dos picos de incidencia: uno entre los los muy jóvenes entre los 15 y 30 años y otro en los mayores de 55 años.

Síntomas y diagnóstico

Diagnosticar un linfoma en sus inicios puede ser complicado, porque sus síntomas asociados como cansancio, fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos y sudoración nocturna pueden confundirse fácilmente con enfermedades comunes. 

La recomendación entonces es estar atentos, realizar autoexamen y detectar si algún ganglio cambia de tamaño y estar alertas si incluso aparece falta de aire o astenia, síntoma que podría revelar anemia y en este caso, falla en la producción de glóbulos rojos. 

En caso de existir problemas en la fabricación de glóbulos blancos, que sirven para las defensas, aparecerán síntomas como susceptibilidad a infecciones. 

“Hay que estar alertas a eventos anormales que sugieren que hay algo que no está bien”, resume la Dra. Rojas y advierte que “hacer una consulta a tiempo puede evitar males mayores y permite comenzar con el tratamiento oportuno en forma rápida”. 

El tratamiento contra el linfoma puede comprender quimioterapia, radioterapia, medicamentos de inmunoterapia, trasplante de médula ósea o alguna combinación de estos. Cada paciente es diferente dependiendo de su condición de salud, lo importante es incrementar el conocimiento sobre esta enfermedad, permitiendo reconocer los síntomas y llegar a un diagnóstico precoz.